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Bienvenido a nuestro canal de YouTube, donde exploramos la belleza y la eficacia del capitalismo. En nuestros videos, te llevaremos a través de nuestro viaje personal, explorando la historia de amor con las ideas de libertad y cómo el capitalismo ha demostrado ser una máquina poderosa para sacar a las personas de la pobreza y promover la prosperidad y el bienestar.
Discutiremos cómo el capitalismo no solo aumenta la productividad y el crecimiento económico, sino que también es el único sistema que promueve la justicia social y la distribución equitativa de la riqueza. Analizaremos la relevancia de la propiedad privada, los precios, la competencia, la división del trabajo y la cooperación social en este sistema económico.
Desmentiremos mitos populares, como el concepto de "derrame" y la percepción equivocada del socialismo en los países nórdicos. Aunque estos países tienen altos impuestos, también tienen una alta libertad económica, un mercado laboral desregulado y respeto por los derechos de propiedad, haciéndolos más pro-mercado de lo que la mayoría de la gente cree.
Además, discutiremos la importancia del servicio a los demás y la provisión de bienes y servicios de calidad para tener éxito en el mercado. Utilizaremos ejemplos de la vida real, como el del futbolista Lionel Messi, para ilustrar cómo la demanda y la competencia pueden afectar la distribución del ingreso.
En nuestros videos, también exploraremos temas como la justicia social, la redistribución del ingreso y los impuestos progresivos, y cómo estos se relacionan con los ideales del liberalismo. Compartiremos nuestras perspectivas sobre la diferencia entre el socialismo y el liberalismo, y cómo el éxito en el capitalismo se logra a través del esfuerzo y el trabajo, beneficiando a toda la sociedad.
Finalmente, celebraremos la superioridad estética del capitalismo, con ejemplos como los impresionantes edificios de Nueva York. Y, por supuesto, compartiremos nuestras propias experiencias personales, desde la posesión de un Ferrari, un Lamborghini y un Maserati, hasta cómo hemos logrado un alto nivel de productividad y éxito en nuestra vida.
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Buenas. Bueno, voy a arrancar con mi presentación. Y esto es una charla de una historia de amor. Mi historia de amor con las ideas de la libertad. y tiene tres capítulos, porque en la medida que uno va estudiando y va profundizando en esto, el romance va surgiendo de distintas maneras. Lo primero que me enamoró del capitalismo y la libertad, básicamente fue que es una máquina de sacar gente de la pobreza, que es la máquina de la prosperidad, que es la máquina del bienestar. Pero claro, cuando uno avanza en esta idea, se encuentra con detractores, detractores que acusan al sistema de ser injusto. Entonces, el segundo momento del romance arranca cuando uno se empieza a poner a estudiar sobre, básicamente, si el sistema es justo o no.
Y uno lo que descubre que no solo que es justo, sino que además es el único sistema que es justo. Y como si fuera poco, la tercera etapa es una etapa estética, donde claramente uno llega a lograr percibir la superioridad estética del capitalismo. Entonces, lo primero que hay que comprender es que la historia de la humanidad es una historia donde básicamente siempre la condición del hombre fue la pobreza. Es decir, hace poco más de 200 años, el 95% de la población del planeta Tierra estaba por debajo de la línea de pobreza extrema. Es decir, vivían con menos de un dólar diario. Luego llegó el capitalismo. Y ahora, en un mundo que tiene siete veces más de personas, porque hemos superado los 7.
250 millones de habitantes, hoy las personas debajo de la línea extrema son menos del 5%. La. . . Contracar a esto es un aumento fenomenal de la productividad. Si uno toma la historia desde el año cero hasta el año 2000, el PBI per cápita se multiplicó por 12,9 veces. Sin embargo, en los años que van entre el cero y el 1800, solamente subió 40%, todo concentrado justo después del descubrimiento de América. ¿Hasta qué? Hasta que llegó el capitalismo, que generó la revolución industrial, y a partir de ahí, el PBI se multiplicó por más de nueve veces. Es decir, lo otro que se percibe es una fuerte aceleración del crecimiento en el mundo.
Fíjense que entre el 0 y el 1800 el mundo crecía a una tasa del 0,02% en términos per cápita. Durante el siglo XIX se acelera casi 33 veces al saltar a 0,65. En los primeros 50 años del siglo XX se creció al 1,06. En la segunda parte al 2,1 y hoy el mundo. . . crece al 3%. ¿Qué significa esto? Una explosión de crecimiento, una aceleración fenomenal de crecimiento. Es más, si ustedes consideran que las cuentas nacionales subestiman prácticamente 1. 15 el crecimiento, hoy el mundo estaría creciendo cerca del 4,15% per cápita. Eso significa que a lo largo de 100 años vamos a estar multiplicando el PBI per cápita. por 60 veces.
Es decir, que en un siglo, vamos a estar logrando 4,6 veces más de lo que logramos en toda la historia de la humanidad. Y eso se manifiesta en qué? En el ritmo al cual, digamos, se duplica el PIB per cápita. Digamos, originalmente se tardaba 3,466 años. Después, en el siglo XIX, ese número cayó a casi 107. Después, a 65, 74 en la primera parte del siglo XX. En la segunda, 33,35 y ahora 23,45. Entonces, ¿dónde está la lógica de esto? ¿Qué es lo que sostiene toda esta magia? La libertad. Es el modelo de la libertad. Es decir, aquellos países que son más libres crecen más que el doble de aquellos que son reprimidos.
¿Y cuál es la consecuencia? Que aquellos que son más libres tienen un PBI per cápita casi ocho veces más grande que los que son reprimidos. que el PBI per cápita de los países reprimidos. No solo eso, sino que además, el décil más bajo de la distribución, es decir, los que peor están, ganan 11 veces más de lo que ganan los países reprimidos. Y es más, si ustedes se fijan, los del décil más bajo, es decir, los más pobres en los países libres, tienen el doble de ingreso que el ciudadano promedio del país reprimido. Pero como la distribución del ingreso lleva un formato de un hachi cuadrado, una log normal, eso significa que el 75% de la población aproximadamente vive menos que con el ingreso promedio.
Con lo cual, acá quedaría bien claro que es mucho mejor ser cola de león que cabeza de ratón. Es decir, es mejor ser el último orejón del tarro en un país libre que ser un jerarca en un país reprimido. Es más, no solo eso, sino que además, en los países que son libres, la pobreza es 25 veces menor. Y no solo eso, sino que además, la gente vive más. Entonces, digamos, ¿de qué se sostiene toda esta lógica virtuosa? Son cinco instituciones, las cinco instituciones del capitalismo. Y estas van combinadas, por ejemplo, la propiedad privada con los mercados libres. Es decir, ustedes no pueden hacer transacciones voluntarias si no son dueños de los bienes que están transando.
Y como consecuencia, es muy importante que no haya intervención del Estado, porque cuando supongan ustedes, sí, podrían ser dueños nominalmente de algo, pero el Estado le dice cómo usarlo, cómo disponer de ello, a qué precio, eso ya dejaría de ser libre. Por lo tanto, los precios no estarían cumpliendo la función que tendrían que cumplir, porque no tendrían sentido. Entonces, digamos, es muy importante la propiedad privada para que sean ustedes los que intercambian lo que está en juego, ¿sí? Y que lo hagan libremente. ¿Por qué? Porque eso va a registrar un precio y eso va a ser una señal que se va a transmitir al sistema y el resto de los agentes de la economía se van a coordinar respecto a ese precio.
Y ahí viene la tercera institución del capitalismo, que es la competencia. Es decir, que haya libre entrada y salida. ¿Para qué? Para que los recursos se puedan reasignar. entre aquellos sectores donde el precio señala que ahí hay escasez y que hay problemas por resolver. Y como si todo esto fuera poco, aparecen dos instituciones más. Una es la que tiene que ver con la división del trabajo. Lejos de esa falacia del hombre de paja que se le acusa al capitalismo que nos quiere todos iguales. No. Es decir, gracias a Dios somos todos distintos, somos todos desiguales. Y eso permite que cada uno nos especialicemos en aquello que somos relativamente mejores.
Algo como que se conoce como la ley de asociación de Ricardo. Eso permite que cada uno de nosotros nos especialicemos y nos vamos a las cosas. Nos veamos obligados a lo que es la quinta institución del capitalismo, que es la cooperación social. Ustedes no pueden ser exitosos en el capitalismo sin servir al prójimo con bienes de calidad a un mejor precio. Es decir, ustedes podrían odiar al otro. Sin embargo, como su progreso económico y su bienestar material depende sustancialmente de que su producto sea elegido por el otro, Lo tienen que tratar bien aunque lo odien. Es decir, como decía Bastiat, donde entra el comercio no entran las balas. Por eso, digamos, no tiene sentido esa estupidez de la teoría del derrame.
No hay derrame. Desafío al que quiera, ¿sí? Donde la literatura liberal habla del derrame. Jamás hablamos de esto. Porque, a ver, a Steve Jobs no se le derramaba nada. Digamos, a Bill Gates no se le derramaba nada. Ni ellos tampoco fueron un derrame de IBM. Digamos, el que es cara a plata no se le derramaba nada. no le derrama nada. Es decir, acá se basa todo en cooperación social y ustedes solamente pueden triunfar satisfaciendo las preferencias del prójimo. Entonces, pero me vienen después con los nórdicos, no porque el socialismo de los nórdicos. A ver, vamos a ver qué es de los nórdicos. Por ejemplo, miren estos muchachos, posición en doing business. Miren todo lo bien que están los nórdicos en Doing Business.
Miren lo bien que están los nórdicos en Libertad Económica. Miren dónde están los nórdicos en materia de mercado laboral desregulado. Y miren dónde están los nórdicos en respeto de los derechos de propiedad. Es decir, de socialismo creo que le quedaron solamente los altos impuestos, los cuales además lo empezaron a bajar sustancialmente, por ejemplo, después de que quebraron a fines de los 80. Es decir, que de socialismo solo tiene el nombre, en realidad son más promercado de lo que la gente se cree. Entonces. . . Una vez que uno tiene esta contundente evidencia empírica, aparece el problema de la desigualdad. No porque el capitalismo es desigual. Bueno, veamos en qué se sostiene toda esa patraña mentirosa.
Primero, digamos, el problema en los socialistas que parten de una teoría del valor, que es una teoría del valor estúpida, o sea, llamada teoría del valor trabajo. Es como que ustedes, digamos, para determinar el precio de algo, pueden sumar los costos. Es como que uno quisiera producir vino en una sociedad, entonces toma el costo de la uva, el costo de la botella, el costo de la etiqueta, el costo del corcho, le pone un margen y con eso vende. Digamos. ¿Ustedes se le ocurren qué puedo hacer con una botella de vino, de ese gran vino, en una sociedad de abstemios? Bueno, me imagino que estará aumentando la producción de vaselina en este mismo momento. Sí, pero digamos, o sea, además sería un mundo tan tonto, ¿sí? Que además no habría quiebras. Y yo creo que hay quiebras.
Es más, la teoría de la explotación que sale de eso es una estupidez. Porque fíjense esto, si hay algo que caracteriza el progreso tecnológico impulsado por los empresarios, es que ahorra trabajo. cómo está explotando a los trabajadores y utiliza tecnología que ahorra trabajo, es decir, para reducir la explotación. Acerca, digo, ahora nos encontramos que la teoría de la explotación, entonces, en el fondo, los empresarios son benefactores sociales. Uy, me parece que los enganché en alguna contradicción. Por eso, digamos, la teoría económica avanzó hacia la teoría subjetiva del valor, donde, digamos, los precios se determinan por las preferencias y la escasez. Y a partir de ahí surge la remuneración de los factores. La remuneración de los factores viene dado por algo que se llama el valor del producto marginal.
En el caso del trabajador, sería el valor del producto marginal del trabajo, es decir, el salario, que se compone de dos elementos. El precio, donde intervienen las preferencias y la escasez, con lo cual a ustedes no les puede ir bien sin servir al prójimo con bien de calidad, un mejor precio, porque si no hay quiebras y el precio es cero. Y por otro lado. tiene que ver también con qué? Con la productividad. Entonces, si ustedes generan algo que sirve al mercado, que sirve a la gente, que le arregla la vida a la gente y, además, son productivos, se van a llenar de plata. Pero está bien que así sea porque van a ser benefactores sociales. Entonces, eso permite ver de qué va la distribución del ingreso.
En el fondo, la distribución del ingreso tiene que ver con qué? ¿Cómo ustedes lograron servir al prójimo? Es decir, ¿cuán eficientes fueron arreglándole el problema a la sociedad? Y cuanto más productivos sean en ello, mejor les va a ir. Es decir. Entonces, ¿pero qué hay acerca de la justicia del capitalismo? Entonces, ¿saben qué? Que todos los intercambios son voluntarios. Algo que los que miran teoría del valor trabajo no pueden entender porque las cosas valen según el trabajo que tienen. Claro, entonces, ¿qué van a intercambiar? ¡Nada! Entonces, yo les voy a contar el caso de una sociedad, ¿sí? Que aparece un chiquito que juega al fútbol y la rompe toda, se llama Messi. Entonces, claro, todos quieren tenerlo a Messi porque saben que si lo tienen a Messi van a ganar todo.
Ahora, ¿cuál es el punto? El punto es que Messi, cuando todos lo empiezan a demandar, ¿qué dice? Y yo quiero más plata. A punto tal que me gustaría llevarme por mes dos recaudaciones del estadio. Con lo cual habría que estar duplicando el precio de las entradas. Los únicos que quieren pagar eso son los catalanes. Con lo cual lo contrata el Barcelona. Entonces le pega un peludo a todos, o sea, termina siendo campeón por escándalo. Se le matan de risa a los madrileños en el propio Madrid. Toda una fiesta. Ahora, cuando miran la distribución del ingreso, queda arriba Messi, después los dirigentes del Barcelona y los jugadores del Barcelona, después todos los españoles, salvo. Los catalanes y, por último, los catalanes.
¿Alguien podría decir que eso es injusto? Si todos consiguieron lo que querían. Pero vamos a otra sociedad. Suponga que yo subo en autobús con mi amiga Cristina, que tiene fuertes valores sociales, y se sienta a mi izquierda y entra de repente un señor con los bolsillos repletos de dinero. A eso a ella le parece tremendamente violento e injusto. Entonces, saca un bate de béisbol, le pone en la cabeza y dice, o me das tu dinero, o te rompo la cabeza. Entonces el hombre accede gentilmente a darle el dinero y suponiendo que no se la gasta ni en cartera, ni en zapatos, ni en hoteles y cosas por el estilo, la reparte igualitariamente entre los que estaban en el autobús.
La pregunta es, ¿ustedes podrían decir que esa sociedad es más justa? Entonces, lo que hay que ver también es que a lo largo del tiempo la distribución del ingreso va mejorando. Miren lo que era en los 60. En los 80 fue mucho menos desigual, en los 2000 mucho menos desigual. El índice de zinc se viene cayendo estrepitosamente y ustedes miren lo que era la distribución del ingreso en el 2003 y en el 2011. Es decir, que con el correr del tiempo el mundo se va siendo más igualitario. Entonces, ahora nos enfrentamos a la situación de afirmar con todas las letras. que la justicia social es injusta. ¿Por qué? Primero entendamos la lógica populista.
La lógica populista parte básicamente de lo que es la forma de la distribución del ingreso. Si debajo del ingreso promedio vive el 75% de la población, hay un negocio electoral buenísimo que es hablar de pobres y ricos y que le vamos a sacar a los ricos para darle a los pobres.
Cuando pasa eso, ¿El resultado cuál es? Mire, digamos, electoralmente garpa un montón, porque ustedes le están hablando del 75% de la población, pero lo que hay que entender es que la torta no es algo que está fijo, sino que por la teoría de la distribución, ustedes ya vieron que es un proceso dinámico que se genera en el mercado, porque si ustedes produjeran algo que no le sirve a nadie, van a la quiebra y no sacan ningún ingreso. Consecuentemente, Ustedes ahí lo que tienen es que la lógica del populismo y el socialismo lo que hace es destrozar los incentivos, hace que la torta termine siendo más chica y que todos terminemos siendo más pobres. De hecho, digamos, siempre fue un sistema basado en generar gran cantidad de miseria.
Entonces, digamos, ¿qué decía Milton Friedman de estas cosas? Decía que aquella sociedad que priorice la igualdad por encima de la libertad no va a conseguir nada de ambas. En cambio, aquellas sociedades que prioricen la libertad, por sobre la igualdad va a conseguir mucho de las dos cosas. Es más. . . Ya lo decía John Stuart Mill, digamos, aquellas sociedades que se preocupan más por la igualdad que por la libertad, termina siendo una sociedad de saqueadores. Entonces, acá aparecen dos grandes logros del liberalismo que tiene que ver con la igualdad ante la ley. Veamos el caso de lo que se llama la redistribución del ingreso y el caso de los impuestos progresivos.
O sea, cuando ustedes ponen impuestos progresivos, es decir, aquellos que graban con mayor fuerza a los que Mejor sirven al prójimo, conviene de mejor calidad a un mejor precio. ¿Sí? Ustedes eso lo que implica es tratar de manera desigual frente a la ley, a la gente, castigando al exitoso, con lo cual castigan a la producción. Y además, le aviso que este mecanismo es un robo, porque es ni más ni menos que hacer caridad a punta de pistola. Entonces, cuando ustedes caen en esto, sin lugar a dudas, les va a ir mal. Entonces, en el fondo, lo que ustedes tienen que comprender es que estamos frente a una discusión de valores.
Por un lado el socialismo, basado en la envidia, el odio, el resentimiento, la desigualdad ante la ley, el robo y por sobre todas las cosas, tratar de igualar a los que somos desiguales. Consecuentemente, un sistema violento que siempre se aplicó por la fuerza y se llevó puesto más de 100 millones de vidas humanas. Y por el otro lado tenemos el liberalismo, el capitalismo, que no es ni más ni menos que el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en la propiedad privada, basado en los mercados libres, basado en la poca intervención del Estado, basado en la división del trabajo, basado en la cooperación social, donde se premia el ahorro, donde se precia el esfuerzo, el trabajo. Y todo esto sirviendo al prójimo conviene de mejor calidad, un mejor precio.
Es decir, el exitoso en el capitalismo, no es ni más ni menos que un benefactor social. Pero como si todo esto fuera poco, somos superiores estéticamente. ¡Miren lo que es New York! ¡Miren lo que es Cuba! ¿Sí? Digamos, yo no conozco gente yéndose de New York para Cuba. Todos quieren ir al maldito capitalismo. ¿Sí? Digamos, es más, o sea, estéticamente hemos sido superiores siempre. ¿Cómo eran los edificios de la Unión Soviética? Eran grises, oscuros, sin ventana, no les daba la luz. ¿Sí? En cambio del otro lado, ¿qué teníamos? Teníamos al Guggenheim, teníamos las Torres Gemelas, el edificio Chrysler, el Empire State, digamos, un conjunto de bellezas. Inventamos la bikini y la minifalda también. Es decir, miren lo que era el auto de los rusos, helada. Nosotros teníamos la Ferrari, el Lamborghini, el Maserati.
En el fondo, ¿sí? Estamos en una situación donde no solo somos superiores en lo productivo, no solo hemos sacado millones de personas de la pobreza, no solo es el único sistema que es justo, sino que además somos estéticamente superiores. Muchas gracias y ¡viva la libertad, carajo! .
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